Dexter es un técnico especialista en sangre que trabaja para la policía de Miami... oficialmente. Ya que lo que realmente le define es su necesidad de matar. Es una necesidad innata, que ha tenido desde siempre, aunque no sabe de dónde viene. Su padre adoptivo, que era policía, vio que nunca podría llegar a controlar esa necesidad, así que, simplemente, hizo que Dexter la canalizara hacia algo que su padre consideraba "bueno": matar asesinos. Pero para matar asesinos, Dexter tiene que hacer una pequeña labor de investigación para asegurarse de que realmente merecen morir. Así, cada capítulo trata sobre un asesino, al que el protagonista investiga, busca, y aniquila de forma sangrienta.Es una serie que a mí me encanta. Los personajes principales, (Dexter, su hermana Debbie, sus compañeros de trabajo, su novia...) están muy bien caracterizados, desde sus fuerzas a sus debilidades. El narrador es Dexter, y va contando todo lo que ocurre, a la vez que sus pensamientos y deseos, todo en tono de humor. La serie en sí muestra la parte más dura del ser humano, y lo que podemos llegar a hacer.
No recomendada para personas aprehensivas.
La sangre nunca miente.
